CLAVES PARA RESOLVER TUS DUDAS
Es la pregunta más común y también una de las decisiones más importantes a las que se tiene que enfrentar cualquier persona que necesite financiar la compra de una vivienda o cualquier activo inmobiliario. Como si de un matrimonio se tratase, nos tocará convivir con esta elección durante posiblemente los próximos 30 años.
En España la hipoteca a tipo variable referenciada a un índice oficial era, hasta no hace mucho, la modalidad hipotecaria más extendida. Mirábamos el corto plazo y no nos preocupábamos por futuras subidas de los tipos de interés pensando quizás, que la época de bonanza iba a durar siempre.
No obstante, las secuelas de la crisis económica del 2008 y el temor de que el Euribor vuelva a alcanzar el máximo de aquellos momentos, han provocado un cambiado de tendencia. En los últimos años, siguiendo la senda habitual de los países anglosajones, está ganando entre los españoles mucho peso la hipoteca a tipo fijo.
La ventaja principal de la hipoteca a tipo fijo es que elimina el riesgo de fluctuaciones de los costes financieros, es decir, vamos a conocer cada mes cuánto pagar y no nos veremos afectados por la subida de tipos de interés. Ganamos tranquilidad.
En contrapartida, la hipoteca a tipo fijo es una financiación más cara y durante años estaremos pagando una cuota mensual mayor que si contratamos una hipoteca a tipo variable.
Actualmente es posible encontrar hipotecas a tipo fijo al 1.5%, mientras que las variables rondan el Euribor más 1% pero debemos valorar si ese precio más alto nos compensa, a cambio de poder dormir tranquilos durante el resto de la vida de la hipoteca.
Estamos viviendo una época de tipos de interés en mínimos históricos y a la economía europea le está costando arrancar, lo que nos augura un escenario de tipos bajos durante algunos años.
No presenciaremos una subida de tipos hasta que la economía empiece a recuperarse y eso según las voces más optimistas no será antes del plazo de 5 años.
Precisamente es la perspectiva de que el Euribor se mantenga mucho tiempo en negativo, lo que anima a las entidades financieras a promocionar las hipotecas a tipo fijo, vendiendo mayor seguridad para el cliente, porque son las que le proporcionan un diferencial mayor frente al margen de rentabilidad mínimo obtenido por las hipotecas variables.
A ciencia cierta, no existe un criterio único para decidirse y todos los que defienden una u otra tipología tienen argumentos de peso. La decisión finalmente debe ser muy personal será un error garrafal dejarnos llevar por lo que ha hecho nuestro cuñado o vecino. Es fundamental valorar nuestra tolerancia al riesgo, así como nuestra situación personal, laboral y la evolución previsible de los ingresos presentes a futuros de la unidad familiar.
En la mayoría de las ocasiones comparar las cuotas y costes de ambas hipotecas en el momento concreto de la compra nos ayudará a decidirnos. Por ello, resulta fundamental que a la hora de comprar un inmueble te asesores y acudas a un experto, que se comprometa a proporcionarte información de ambos tipos de hipotecas y conocer las propuestas de varias entidades para poder elegir y comparar con suficiente criterio.
La búsqueda de la financiación más óptima es un servicio del que se benefician los clientes que me contratan como Personal Shopper Inmobiliario ya que la titulación como Informador de Crédito Inmobiliario me habilita a para poder dar este servicio.